La primera vez que visité el pueblo de PATONES DE ARRIBA me impactó. Entonces, me sorprendió muchísimo que a pocos kilómetros de Madrid se encontrara un lugar con tantísimo encanto. En esta excursión el coche se convierte en una especie de máquina del tiempo que te sube por una carretera estrecha y sinuosa hasta un punto donde no te dejan continuar. Después, te encuentras, escondidos entre montañas y árboles, con los tejados de unas casas de otra época.
No se puede acceder directamente al pueblo con el coche. A pocos metros del mismo hay habilitada una zona de aparcamiento donde poder dejarlo aunque no es mucho el sitio que encontraréis, por lo que os aconsejo que lleguéis como muy tarde sobre las 10h de la mañana. Nosotros llegamos aproximadamente sobre las 11h y ya estaba bastante lleno aunque aún quedaba sitio.
Si queréis acompañar la visita a Patones con una ruta de senderismo, siempre podéis aparcar el coche en el aparcamiento que encontraréis en Patones de abajo y subir andando por la senda ecológica del barranco que transcurre paralela al arroyo. Es una ruta acondicionada de poco menos de 1km, de gran belleza y de baja dificultad por lo que se puede realizar con niños, además les encantará.
La primera vista que te encuentras al llegar al pueblo es la plaza y allí te recibe muy orgullosa la que fue la antigua iglesia de Patones, que ahora se presta como el CITECO (Centro de Iniciativas Turísticas, Educativas, Culturales y de Ocio) y que se convertirá en nuestro punto de partida.
Pero antes os invito a que os paréis un instante, disfrutéis del silencio únicamente interrumpido por los pajarillos y del olor a leña de las cocinas que ya se están despertando. Sin duda es una auténtica gozada...
Como os decía, la iglesia será el punto de partida. Os aconsejo que entréis antes de empezar a callejear. Dentro encontraréis exposiciones, una maqueta de la zona y un audiovisual sobre Patones. También es la Oficina de Turismo por lo que podréis conseguir información y planos. Pero lo que más os aconsejo es que os apuntéis a la visita guiada. Tan solo cuesta 2,50€ por persona y enriquece muchísimo la estancia en Patones.
La ruta comenzó sobre las 12h y en ella descubrimos muchas curiosidades que no habríamos sabido de no haberla realizado. Si váis con niños les encantará. Iris, la guía, además de ser encantadora y tener un gran conocimiento sobre Patones y su entorno, se encargó de hacer participar a los más pequeños. No os cuento nada más ni tampoco os hablaré del Rey de Patones, porque sí, Patones tuvo Rey... De todas esas curiosidades tendréis que enteraros el día que visitéis este pueblo.
Una de las cosas que descubriréis es que Patones y su gastronomía van de la mano. y con las sombras marcando algo más de la una de la tarde el olor a guisos y asados de los muchos restaurantes que hay os embaucará en cada una de las empedradas calles. No podrás resistir la tentación de asomarte al pasar por ellos para ver la cuidada decoración o curiosear su carta.
Os recomiendo que traigáis de casa el restaurante ya reservado o que tratéis de reservarlo por la mañana nada más llegar, porque los fines de semana, a la hora de la comida, Patones se llena. En general no son muy económicos pero podéis reservar a través de conocidas páginas de reservas on-line donde encontraréis promociones muy interesantes. También os aconsejo que tratéis de reservar en el primer turno, el de las 13h ó 13.30h para evitar posibles retrasos a la hora de servir.
Si os gusta la comida tradicional de calidad habréis llegado al lugar indicado. Lo que nosotros sí teníamos claro es que no se nos iba a escapar un buen plato de migas con huevos y uvas... ¡¡Riquísimas!!
Así, después de gastar la mañana con la visita guiada y de comer tranquilamente, llegó el momento de callejear por Patones y descubrir cada uno de sus rincones. Aunque el pueblo se llena, la verdad es que a nosotros no nos pareció especialmente masificado (quizá porque comimos pronto y paseamos cuando el resto comía), así que el paseo fue muy agradable.
En vuestro camino daréis con varias tienditas de artesanía que son curiosas de ver. Además, en ellas podéis adquirir dulces y miel de la zona.
Y cómo no... No lo puedo evitar. Tengo verdadera debilidad por asomarme a las casas abandonadas para encontrar cosas de otro tiempo, y en esta ocasión me encantó descubrir, a través de los agujeros de una puerta, una cunita y unas tinajas antiguas
Aunque en la visita guiada pasaréis por la zona del lavadero, no dejéis de volver allí, atravesar el precioso puente de piedra y disfrutar de la panorámica del pueblo que os ofrecerá ese punto de vista.
Sin duda, si os gusta lo tradicional y los lugares con verdadero encanto no podéis dejar de venir a este pequeño reino situado al nordeste de Madrid. Ideal para descubrir en cualquier época del año, aunque os sugiero que aprovechéis para visitarlo ahora en otoño.
DATOS ÚTILES:
-Cómo llegar a Patones.
-Cómo llegar desde casa a Patones.
-El tiempo en Patones.
-Lugares de interés en Patones.
-Senda ecológica del barranco.
-Dónde alojarse en Patones.
-Dónde comer en Patones.
-Folletos turísiticos de Patones para descargar.
-Oficina de Turismo: Tlf. 91 843 29 06 - turismo@patones.net
-CITECO: abierto sábados, domingos y festivos de 11 a 18h (cerrado durante la visita guiada). Tlf. 91 843 29 06
Pero antes os invito a que os paréis un instante, disfrutéis del silencio únicamente interrumpido por los pajarillos y del olor a leña de las cocinas que ya se están despertando. Sin duda es una auténtica gozada...
Como os decía, la iglesia será el punto de partida. Os aconsejo que entréis antes de empezar a callejear. Dentro encontraréis exposiciones, una maqueta de la zona y un audiovisual sobre Patones. También es la Oficina de Turismo por lo que podréis conseguir información y planos. Pero lo que más os aconsejo es que os apuntéis a la visita guiada. Tan solo cuesta 2,50€ por persona y enriquece muchísimo la estancia en Patones.
La ruta comenzó sobre las 12h y en ella descubrimos muchas curiosidades que no habríamos sabido de no haberla realizado. Si váis con niños les encantará. Iris, la guía, además de ser encantadora y tener un gran conocimiento sobre Patones y su entorno, se encargó de hacer participar a los más pequeños. No os cuento nada más ni tampoco os hablaré del Rey de Patones, porque sí, Patones tuvo Rey... De todas esas curiosidades tendréis que enteraros el día que visitéis este pueblo.
Una de las cosas que descubriréis es que Patones y su gastronomía van de la mano. y con las sombras marcando algo más de la una de la tarde el olor a guisos y asados de los muchos restaurantes que hay os embaucará en cada una de las empedradas calles. No podrás resistir la tentación de asomarte al pasar por ellos para ver la cuidada decoración o curiosear su carta.
Os recomiendo que traigáis de casa el restaurante ya reservado o que tratéis de reservarlo por la mañana nada más llegar, porque los fines de semana, a la hora de la comida, Patones se llena. En general no son muy económicos pero podéis reservar a través de conocidas páginas de reservas on-line donde encontraréis promociones muy interesantes. También os aconsejo que tratéis de reservar en el primer turno, el de las 13h ó 13.30h para evitar posibles retrasos a la hora de servir.
Si os gusta la comida tradicional de calidad habréis llegado al lugar indicado. Lo que nosotros sí teníamos claro es que no se nos iba a escapar un buen plato de migas con huevos y uvas... ¡¡Riquísimas!!
Así, después de gastar la mañana con la visita guiada y de comer tranquilamente, llegó el momento de callejear por Patones y descubrir cada uno de sus rincones. Aunque el pueblo se llena, la verdad es que a nosotros no nos pareció especialmente masificado (quizá porque comimos pronto y paseamos cuando el resto comía), así que el paseo fue muy agradable.
En vuestro camino daréis con varias tienditas de artesanía que son curiosas de ver. Además, en ellas podéis adquirir dulces y miel de la zona.
Y cómo no... No lo puedo evitar. Tengo verdadera debilidad por asomarme a las casas abandonadas para encontrar cosas de otro tiempo, y en esta ocasión me encantó descubrir, a través de los agujeros de una puerta, una cunita y unas tinajas antiguas
Aunque en la visita guiada pasaréis por la zona del lavadero, no dejéis de volver allí, atravesar el precioso puente de piedra y disfrutar de la panorámica del pueblo que os ofrecerá ese punto de vista.
Sin duda, si os gusta lo tradicional y los lugares con verdadero encanto no podéis dejar de venir a este pequeño reino situado al nordeste de Madrid. Ideal para descubrir en cualquier época del año, aunque os sugiero que aprovechéis para visitarlo ahora en otoño.
Feliz semana ;)
DATOS ÚTILES:
-Cómo llegar a Patones.
-Cómo llegar desde casa a Patones.
-El tiempo en Patones.
-Lugares de interés en Patones.
-Senda ecológica del barranco.
-Dónde alojarse en Patones.
-Dónde comer en Patones.
-Folletos turísiticos de Patones para descargar.
-Oficina de Turismo: Tlf. 91 843 29 06 - turismo@patones.net
-CITECO: abierto sábados, domingos y festivos de 11 a 18h (cerrado durante la visita guiada). Tlf. 91 843 29 06
¡¡Ésto no se acaba aquí!!
Sin duda es un pueblo encantador, que no conocía y que espero visitar algún día. Lo he buscado en google y ya lo tengo situado.
ResponderEliminarSaludos
Espero que tengas la oportunidad de conocerlo. Es un pueblo pequeñito pero merece la pena. Saludos!!
Eliminar¡Sí que es un sitio bonito y con mucho encanto! Lástima que Madrid me pille tan lejos, pero lo tendré en cuenta para cuando lo visitemos ¡no puedo dejar de conocer un pueblo con tanto encanto!
ResponderEliminar¡Besos mil y feliz finde!
Muchas gracias Cuca :)
EliminarUn beso grande!!
Nosotros hemos estado un par de veces y es un encanto de pueblo, sus calles, el entorno, sus casas y el olor a leña es una maravilla. Hace tiempo que no hemos vuelto, pero la verdad que al ver tus fotos y lo que cuentas, me dan ganas de volver enseguida. Estoy de acuerdo con lo que dices, es mejor comer pronto, y aprovechando que los demás comen, visitar el pueblo y sus alrededores. Que es precioso!!
ResponderEliminarUn besazo!
Bueno, hay mil sitios por conocer, pero siempre merece la pena volver a pueblitos como el de Patones a pasar el día.
EliminarMuchas gracias ;)
Un pueblo y un paisaje preciosos y digno de visitar, lástima que yo esté tan lejos.
ResponderEliminarUn abrazo
Quizá algún día, Dolors!!.. Sino, pues nada, hay lugares preciosos en todos los sitios. Ya estoy yo para contaros los de por aquí ;)
EliminarUn beso grande!!
Holaaaa, uff cuando hace que no vamos a Patones!! antes íbamos más pero es que empezó a ir mucha gente y ya no nos gustaba tanto. Y eso que dejábamos el coche abajo como tu muy bien describes. Es un rincón de Madrid bellísimo, mi pintor de cabecera vive allí y siempre nos habla maravillas, pues trabaja mucho por aquí por Tres Cantos y le vemos mucho. Que maravilla de entrada Lara, que maravilla.
ResponderEliminarUn besoooo
Marisa guapa!! :) Sí, es una pena porque este tipo de sitios siempre termina saturándose y perdiendo su esencia. Pero bueno, qué le vamos a hacer. Habrá que acomodarse a horarios en los que no vaya mucha gente porque siempre merece la pena volver.
Eliminar¡¡Me encantaría saber quién es tu pintor de cabecera!! Ya me contarás.
Muchas gracias, Marisa.
Un beso grande ;)
Buenos días Lara. Muchas gracias por tan buena información que nos dejas de Patones, me parece muy útil, además con esas fotografías tan buenas que nos dejas es como si hubiésemos estado allí. En patones además se come de maravilla.
ResponderEliminarUn beso Paco
Muchas gracias a ti Paco por el comentario!!
EliminarUn beso grande.
Mi querida amiga, hace años en un viaje que hice estuve por ese hermoso lugar solo fue de paso, pero como bien dices es otro mundo pasear por sus calles, me pasa lo que a ti soy una enamorada de los pueblos y cuando viajo hacia algun lugar y se de alguno me desplazo kilometros para visitarlo. Mil besicos tesoro
ResponderEliminarMuchas gracias María :) Me alegro que hayas tenido la oportunidad de conocerlo.
EliminarUn beso grande!!