Hacer desaparecer de nuestro expresionario la frase "no puedo hacer (algo)" parece casi imposible cuando realmente hay muchas cosas que a simple vista "no podemos hacer", pero ¿qué pasa cuando te cuentan que un hombre, un sólo hombre, ha sido capaz de construir, sin conocimientos de arquitectura ni albañilería, una catedral?
LA CATEDRAL DE MEJORADA DEL CAMPO
La primera vez que visité la catedral de Mejorada del Campo (Madrid) ya estaba informada de lo que me iba a encontrar, pero cuando te plantas a los pies de su escalinata, casi no te puedes creer lo que estás viendo: la construcción de una verdadera catedral realizada con productos reciclados y levantada por un solo hombre.
Hoy, en mi tercera visita, me encuentro de nuevo frente a esas mismas escaleras y no puedo alegrarme más al ver que hay cambios. La catedral, aunque muy poco a poco, ha ido avanzando gracias a las donaciones y a la ayuda de voluntarios.
En si es como un cuadro de puntillismo, y es que tienes que alejarte un poco para ver que todo tiene sentido; sin embargo, cuando te acercas te das cuenta que está hecha de retales, de ladrillos deformes donados por una fábrica cercana, de materiales desechados por constructoras y algunos detalles ornamentales y filigranas realizados con moldes de lo más rudimentarios.
Nada más acceder a la nave principial de la misma, me quiero imaginar que he viajado en el tiempo. Que algo así debía ser construir una catedral en la apasionante Edad Media. Salvando las distancias, me divierte pensar que es como estar en la Kingsbridge de Ken Follet...
Y en medio de la ensoñación, nos encontramos con D. Justo Gallego (1925), el constructor. Un hombre menudo, enjuto, se le adivina un carácter de armas tomar y al que casi siempre puedes encontrar por allí trabajando en su catedral o charlando con aquellos visitantes que no pueden evitar felicitarle por lo que está haciendo.
Mientras escudriñamos sus movimientos desde la distancia, me viene a la mente su increíble historia:
De lo que aconteció para que Justo Gallego iniciara la construcción de la catedral de Mejorada del Campo.
Tras ser expulsado del monasterio circestiense de Santa María de Huerta (Soria) por haber contraído tuberculosis, una vez hubo sanado, el joven novicio Justo Gallego decidió comenzar a construir en 1963 una catedral, sobre unos terrenos de labranza que heredó de su familia como agradecimiento a Dios y a la Virgen. Sin conocimientos de arquitectura ni albañilería, dice haber aprendido todo de libros sobre catedrales y castillos. No existen planos, está todo en su cabeza.
Donde se cuenta de la llegada del discípulo, los voluntarios y las donaciones.
Ángel López, es la mano derecha de Justo Gallego. Llegó en 1991 a Mejorada del Campo y se quedó atónito con lo que se encontró allí. Decidió ayudar en la construcción y cuidar de Justo. Desde entonces, es la persona en la que Justo ha delegado su confianza para terminar la catedral.
Pero no están solos. Son muchos los que ofrecen su ayuda para conseguir que Justo Gallego vea su obra terminada. Así, el último viernes de cada mes y un sábado cada dos meses, se realizan jornadas abiertas de voluntariado. Otra forma de ayudar es con aportaciones tanto económicas como artesanales.
Que trata de cómo se dio a conocer la catedral por el mundo.
Posiblemente si esta peculiar obra se hubiera dado en otro país, habrían sabido sacarle partido. Quizá se habría convertido en un icono al más estilo "just do it". Se conocería a nivel mundial y Mejorada del Campo recibiría millones de visitas. Sin embargo, hasta 2005 estuvo oculta en la sombra hasta que un anuncio de la bebida "Aquarius", bajo el eslogan "El ser humano es imprevisible", situó el pueblo de Mejorada del Campo en el mapa. Posteriormente, siendo la catedral y Justo Gallego más conocidos y admirados en el extranjero que en su propio país, el Museo de Arte Moderno de Nueva York les dedicó una exposición.
Donde se habla del "mutis por el foro" de la Administración.
A pesar de llevar más de 50 años construida y de haber soportado dos seísmos, nadie quiere hacerse cargo de la catedral: ni el Ayuntamiento de Mejorada del Campo ni el Obispado de Alcalá de Henares. Tampoco existe arquitecto que se atreva a avalar el proyecto, pues las responsabilidades recaerían sobre él en caso de que ocurriera algún accidente. Y sin embargo, nadie se atreve a detener esta obra ilegal por miedo a perder votos.
Del futuro incierto de la catedral de Mejorada del Campo.
A sus 89 años, a Justo Gallego se le acaba el tiempo. Él seguirá trabajando en su catedral hasta el último día de su vida, pero nadie sabe lo que pasará después. Unos dicen que la catedral se salvaría si hubiera una Fundación que se encargara de ella y un arquitecto que respaldara el proyecto. Otros dicen que lo más seguro es que, tras su muerte, la catedral de Mejorada del Campo será derribada resumiendo así esta fabulosa historia en escombros.
Continuamos visitando la catedral. El cartel de la entrada que te avisa de que no se hacen responsables de cualquier accidente, te da vía libre para adentrarte en cada rincón. Puedes acceder a la cripta, subir al coro e incluso a pasearte por la propia cubierta, a la que se accede por una de las torres, y ver de cerca la cúpula y los nidos de unas cigüeñas que parecen ser las únicas en dar su visto bueno a una construcción que ha conseguido transformar lo más cochambroso en algo digno de ver.
Cada visita que hago a esta catedral me sirve para reforzar la convicción de que nada es imposible, que los límites se los marca uno mismo y que cualquier persona, animal o cosa, por muy insignificante que nos pueda parecer, puede ser una pieza clave para construir algo muy GRANDE.
Feliz semana.
otrodiaperfecto12@gmail.com
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-Reportaje de Telemadrid: