Reconozco que uno de los momentos que más me gusta de los domingos que me quedo en casita es el momento del café. Después de recoger un poco, salir a hacer algún recado, preparar la comida, recoger la cocina... Llega ese momento de calma.
Es entonces cuando comienza el ritual del café que para mi es de esas pequeñas cosas cotidianas que te hacen sentir bien. Saco el tarro de café del armario, lo abro y siempre, si excepción, lo acerco a mi nariz... ¡¡Mmmm... qué bien huele!!... Después relleno la cafetera italiana y la pongo al fuego hasta que empieza a resoplar. Para entonces ya toda la casa está impregnada del aroma a café recién hecho y, de ahí en adelante, queda toda la tarde para descansar o entretenerte con aquello que más te gusta.
Es entonces cuando comienza el ritual del café que para mi es de esas pequeñas cosas cotidianas que te hacen sentir bien. Saco el tarro de café del armario, lo abro y siempre, si excepción, lo acerco a mi nariz... ¡¡Mmmm... qué bien huele!!... Después relleno la cafetera italiana y la pongo al fuego hasta que empieza a resoplar. Para entonces ya toda la casa está impregnada del aroma a café recién hecho y, de ahí en adelante, queda toda la tarde para descansar o entretenerte con aquello que más te gusta.
Para acompañar ese momento, por la mañana preparé unos mini croissants de chocolate que os animo a hacer porque su elaboración es muy fácil y rápida.
INGREDIENTES:
- 1 plancha de hojaldre Lidl (16 minicroissants).
- Crema de cacao.
- Miel.
- 1 huevo.
- Agua.
- Fideos de chocolate (opcional).
1. Extiende la plancha de hojaldre y córtalo con un cuchillo (o un corta-pizzas) tal y como ves en la secuencia de fotos:
3. A continuación pon una nuez de crema de cacao en el extremo más ancho.
4. Pon a precalentar el horno a 180º, calor arriba y abajo y, si es posible, con ventilador.
5. Comienza a enrollar desde la parte ancha y al final retuerce un poco los extremos para conseguir la típica forma de croissant (la de "cangrejo"). Al haber cortado la masa con esa forma de triángulo (no isósceles), verás que uno de los extremos se queda más corto, así que cuando vayas a retorcer los "cuernitos" extiende un poco esa esquina para poder darle una forma simétrica al croissant.
6. En una bandeja de horno pon papel de horno y coloca los croissants. Deja un poco de espacio entre ellos.
7. Antes de meter en el horno.. bate el huevo, échale un poquitín de agua y vuelve a batir para mezclarlo. Con una brocha se pintan para que con el horneado queden doraditos.
8. Una vez pintados se introducen en el horno a media altura y se dejan durante unos 15 ó 20 minutos.
9. Momento de "asomada al horno".. Qué alegría da cuando ves que empieza a tomar la forma deseada. Cuando más o menos haya pasado el tiempo y veas que ya están doraditos (al final hay que estar pendiente de que no se quemen), saca la bandeja del horno.
10. Después de dejar que enfríen durante unos minutos, pinta los croissants con la misma mezcla de miel y agua con la que pintamos al principio, finalmente, échale unos fideos de chocolate por encima para decorar... Si has optado por no pintar por dentro los croissants con miel, sí te recomiendo éste último paso para que no queden demasiado "sosos".
MÁS COSILLAS:
- Si en el momento de hacerlos no tienes crema de cacao, también puedes rellenarlos con onzas de chocolate (blanco, negro, con leche).. O con mermelada, crema pastelera, etc.
- Puedes decorarlos también con azúcar glas, almendra picada, etc.
- Atrévete a hacerlos en su versión "salada".. Rellenos de jamón y queso, chorizo, salchicha, sobrasada, etc... Éso sí, nada de miel ;)
¿SABÍAS QUE..?
- La miel no caduca... Debido a su alta concentración de azúcar y la baja cantidad de agua que contiene, las bacterias y los hongos no pueden prosperar en ella. En excavaciones egipcias de más de 2000 años se han encontrado vasijas con miel que era perfectamente comestible.